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¡Tremendo show el de LosPetit!

 

La banda ya tiene una lista grande de seguidores en la ciudad y como era de esperarse, desde las ocho y media ya había una fila larguísima a la entrada del Blue, que siendo ya las  nueve empezaría abriendo las puertas, el sitio  se llenó de un montón de gente ansiosa por ver lo que tenían para mostrar esta vez LosPetitFellas. Y no era para menos, puesto que desde hace rato nos tienen acostumbrados a un show que lo deja a uno con el corazoncito en la mano y con ganas de bailar en los poros.

 

 

Cuando ya los espacios del bar no daban para más y todos sentíamos el calor de compartir con nuestra gente,  empezó la fiesta con diferentes músicas al conocido estilo del Blue, y con el único fin de empezar a alentar a todos los asistentes a bailar, que de seguro (como nosotros) no se esperaban la participación de dos intérpretes de  blues, es decir, Carlos Reyes y Carlos Elliot Jr. En ese orden de aparición se montaron a escenario y regalaron un ratico, porque fue corto, de sus sonidos,  de ese que nos trajo  a colación las viejas tradiciones en danza y sabor afroamericano, y junto con ello, todos los asistentes se gozaron el flow de estos bluesman’s.

 

Después, cuando todo el mundo ya estaba así de entonado y contento, salieron (mentiras, más bien entraron) LosPetitFellas, en medio de toda la alegría y expectativa de la gente que, a pesar de la lluvia, tenía los ánimos al cien y la garganta listíca para corear cada canción como si nada más importara… y efectivamente, una vez arriba, estalló toooda la energía en un concierto tremendo en el que todos escuchamos y hablamos de amor, pero no solo de ese cursi, romántico y rosadito, sino del otro que es más crudo, que a veces hiere, pero sobretodo, que no es simplemente el amor que se le entrega a otra persona: es el amor a lo que se hace, a la vida, a la ciudad (qué más da que sea Medellín o Bogotá), a la música y a la gente con pasiones.

 

Pues bien, todo esto fue lo que inundó al Blue el 19 de Julio pasado, y es lo que, a fin de cuentas, sobrevive siempre en el Club de la Resistencia. En definitiva, fue un show, un lugar y una participación tremenda.

 

Por: Andrés Valencia

        Jana Hernández

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